Newark (Nueva Jersey)-Elsector de la seguridad privada en Nueva Jersey es rentable y está creciendo, pero los vigilantes de seguridad que protegen infraestructuras vitales en el estado, como edificios de oficinas comerciales y corporativas, juzgados, sedes federales y aeropuertos, reciben a menudo salarios bajos sin prestaciones significativas.
El alcalde de Newark, Cory Booker, ha respaldado hoy el esfuerzo de los vigilantes de seguridad privada de la ciudad y del estado por elevar el nivel de exigencia. Ha presentado un libro blanco, Elevar los estándares, mejorar las comunidades: Los vigilantes de seguridad de Nueva Jersey se unen por un buen trabajo y un futuro mejor.en el que se describe la situación del sector de la seguridad privada en Nueva Jersey y se esbozan medidas para mejorar la formación, los salarios y las prestaciones. La 32BJ SEIU elaboró el documento Raising Standards, Improving Communities.
"El salario medio de los vigilantes de seguridad privada en Nueva Jersey está muy por debajo de lo necesario para mantener a una familia en el estado", señala el informe. "Aumentar el salario no sólo sacaría de la pobreza a los trabajadores a tiempo completo y a sus familias, sino que tendría un efecto multiplicador de millones de dólares que fortalecerían las comunidades."
Booker estuvo acompañado en el acto por Ron Rice, concejal de Newark; Héctor Figueroa, presidente de la 32BJ SEIU; Kevin Brown, director de área de la 32BJ SEIU de Nueva Jersey; y vigilantes de seguridad de Newark y de todo el estado. La 32BJ SEIU representa a 15.000 vigilantes de seguridad de toda la costa este. Los pasos esbozados en Elevar los estándares, mejorar las comunidades podrían suponer la chispa que las comunidades de New Jersey en dificultades, como Newark, necesitan para el crecimiento económico, dijo Booker.
"Pedimos a los agentes de seguridad privada que se jueguen la vida para proteger a los ciudadanos", dijo Booker a los asistentes a la Rotonda del Ayuntamiento de Newark. "Su trabajo es vital. No deberían tener que depender de los programas de asistencia pública para mantener a sus familias."
Dotar a los vigilantes de seguridad de una mejor formación y de prestaciones y salarios asequibles no sólo reducirá la rotación de personal y creará una mano de obra más estable, sino que también impulsará la economía de las comunidades en las que trabajan y viven los vigilantes, ya que podrán destinar una mayor parte de sus ingresos a cubrir sus necesidades, afirma Figueroa.
Andre Lugo, de Newark, no ha recibido un aumento en cuatro años y no tiene asistencia sanitaria asequible, ni días de baja por enfermedad pagados por el empleador. Está trabajando duro con sus compañeros para elevar el nivel de su edificio, el de la Public Service Electric and Gas Company de Newark.
"Hago esto porque me encanta ser agente de seguridad, me encanta ayudar a la gente", dijo. "Es un buen trabajo, pero debería estar mejor pagado y deberíamos tener mejores prestaciones".
Con más de 125.000 afiliados, incluidos 15.000 vigilantes de seguridad privada, el 32BJ es el mayor sindicato de vigilantes de seguridad del país.
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