Nueva York, NY-Al cumplirse esta semana el primer aniversario de la huelga de porteros de una torre de 130 viviendas en Midtown, decenas de inquilinos, cargos electos y simpatizantes se han manifestado hoy en apoyo de los trabajadores.
"El desprecio de Koeppel por la suerte de los trabajadores e inquilinos que llevan mucho tiempo soportando esta huelga durante todo un año es espantoso", dijo Héctor Figueroa, Secretario-Tesorero de la 32BJ. "Esta comunidad se merece algo mejor que un propietario ausente que hace dejación de sus responsabilidades".
En junio de 2011, los trabajadores del 350 East 52nd Street se declararon en huelga después de que William Koeppel, propietario del edificio, amenazara a los empleados por apoyar a su sindicato, una posible violación de la ley federal y exigiera la eliminación de los planes de salud y pensiones de los empleados.
"William Koeppel debería hacer lo correcto y volver a la mesa de negociación. Los hombres y mujeres que mantienen este edificio en funcionamiento deben obtener un contrato justo que les permita mantener a sus familias", ha declarado el presidente del distrito de Manhattan, Scott Stringer. "Proteger los buenos empleos reforzará nuestra clase media en apuros e impulsará la recuperación económica que todos necesitamos".
Según la correduría City Habitat, los precios del mercado de alquiler de Manhattan han alcanzado máximos históricos esta primavera, con apartamentos alquilados por una media de 3.429 dólares durante el mes de abril, frente a los 3.418 dólares de marzo y los 3.317 dólares de abril de 2011.
Koeppel tiene un historial de maltrato a los inquilinos, entre otras cosas mediante el cobro de alquileres abusivos. En 1996, se declaró culpable de solicitar contribuciones para las campañas de Rudy Giuliani a cambio de alquileres regulados. Además, en noviembre de 2011 los inquilinos presentaron una demanda contra Koeppel, alegando que había estado cobrando ilegalmente de más en los alquileres durante años.
Según la demanda, los inquilinos del complejo de 142 viviendas descubrieron que el edificio estaba acogido a la ley J-51, lo que significa que el propietario recibía ciertas ventajas fiscales a cambio de comprometerse a estabilizar el alquiler de una parte del edificio. Los inquilinos nunca fueron informados de ello y se les cobró a precio de mercado, afirma la demanda.
Con más de 120.000 afiliados, 70.000 de ellos en Nueva York, el 32BJ es el mayor sindicato de servicios a edificios del país y el mayor sindicato del sector privado del estado.